martes, febrero 13, 2007

Mañana lo pierdo todo

Las historias generalmente las cuentas cuando son de éxito, sobre todo cuando van dirigidas a la opinión publica, en la escena musical chihuahuense el éxito es una especie de tabú, es como santa claus, todos saben que no existe pero aun sin embargo lo esperan con ilusión.

He aquí una breve pero concisa historia de esas bandas que tuvieron el mismo destino de todas las chihuahuenses al perderse en el limbo de lo efímero y aun a sabiendas de ello llegaron a ilusionarse más por el gusto propio hacia su música que el hecho de ver hasta donde habrían podido llegar con ella, en pocas palabras mi versión de los hechos

Por el año del 2001 la amistad entre el Coyo y David ya era de algún rato, ya no digamos la mía con ellos, que acumulaba algunos años y era lo suficientemente estrecha como para no formar una banda ya que aparte de juntarnos a pistear, escuchar música, andar vagando por todos lados o las tres cosas juntas también teníamos el común de ser músicos de afición, así pues fue que decidimos formar una banda de rock con bastantes influencias funk por lo que veníamos escuchando en aquel entonces como cualquier banda fecunda por el deseo de crear su propia música, en su mayoría pues.

Asi pasaron algunos meses, David se paso componiendo canciones tomando muchas de las ideas que salían de los ensayos que improvisábamos en X lugar y hasta diseñó un sitio en Internet donde colocó dichos demos para su descarga, cosa que solo hacían amigos cercanos de nosotros hasta que se topó un día con un chavo emprendedor que traía ganas de montar un concepto de música original en domicilio conocido de esta ciudad y nos comprometió a tocar en una fecha lo cual nos orilló a conseguir un lugar de planta donde pudiéramos ensayar a toda hora, logramos conseguir el mejor lugar para ensayar que cualquier banda en gestación soñaría, con un tamaño modesto y ubicada en el mismo suburbio en que vivíamos la renta era elevada para nuestro presupuesto ya que era buen punto comercial así que compartimos el lugar con otras bandas locales (Orgullo MeXicano, la naciente earworm (banda alterna del coyo ¿o seriamos nosotros?), monstruo figgi entre otras) y comenzamos los ensayos para dicha fecha del debut tan esperado por nosotros.

Durante esos meses de ensayo sacrificábamos mucho de nuestro tiempo, incluso yo llegué a faltar un día al trabajo por ello hasta que se llegó la fecha del debut y la verdad es que fue un verdadero asco pero ya habíamos logrado algo que fue lo que nos unió mas como banda ya que mas allá de cualquier critica nosotros tuvimos siempre esa cualidad de saber cuando sonábamos bien o mal en ejecución mas allá del equipo de sonido.

Ya habíamos creado algo solo era cuestión de continuar puliéndolo, la segunda tocada también fue un completo fiasco (incluso hay archivo videográfico de esto) pero ahí seguíamos, con el tiempo de ensayo y mas tocadas en puerta la cosa se fue componiendo, nuestro lugar de ensayo se convirtió en lo que llamábamos “la oficina del rock” y era lugar de juergas con los camaradas del “gremio” y anexos, cosa que al Coyo y a mi nos importaba un huevo mientras no se perdiera el enfoque que teníamos, pero David no coincidía mucho con nuestra manera de pensar ya que había salido un mundo que constaba de una computadora, 4 paredes, un diminuto grupo de amigos de casa/escuela y un bajo, para entrar al “jet set” del rock local lo cual hasta cierto punto era entendible estando en medio de la nada en cuanto a oportunidades musicales se refiere, partiendo de esa diferencia de pensamientos los problemas se empezaron a agravar a lo que yo resumiría a causa de “estupideces”, Coyo decidió renunciar lo cual yo entendí bien su motivo mas allá de las diferencias anteriormente comentadas, lo entendí por la excelente banda en potencia que tenía en ese entonces, yo seguí fiel a la idea musical que no estaba del todo perdida aun con la salida del Coyo que me costó trabajo asimilar, todo pasaba muy rápido, el guitarrista de la banda del coyo nos dijo que su hermano tocaba la batería y le agradaba la banda, en una semana ya teníamos reemplazo detrás de los tambores.

Lo que en un principio nos juntó y que conforme ensayos y tocadas cada vez creíamos mas en ello, ya no estaba convencido del todo, David era una persona cerrada en cuestión de personalidad y solo con alcohol podía abrirse, hubo revelaciones tales como:

-“Si no hago este pedo con ustedes lo haré con otros”
-“Yo hice este grupo para darle en la madre a Israel por haberme dado la espalda en este pedo” y chingaderas así.

El llamado “jet set” incluso le había dado la oportunidad de tener una mujer con la cual se casó y el destino termino de escribirse, la banda no pudo terminar de manera mas patética, en la “ultima” tocada David terminó tocando con el guitarrista recién salido de la banda en la que era compañero del Coyo y cuyo hermano fue el reemplazo en la batería todos junto a Israel, quien había sido su “rival” y acérrimo “enemigo” musical ahora eran compañeros en lo que fue tan solo una pantomima de aquel grupo con el que en un principio soñamos ser.

David vive actualmente en Aguascalientes con su familia y su empleo comprando DVDs y viendo series de televisión, haciendo lo que la gente común hace. Oscar es joven (apenas 20 años) y tiene un futuro por delante si el lo decide.

Con el 2007 en curso las cosas aquí siguen y seguirán siendo igual para quienes deseen emprender el sueño de formar un grupo de rock, yo no podría vivir con la idea de contarle a mis hijos que cuando yo era joven tenía “un grupo de rock con mis compas” puesto que para mi mas que un “hobby” es un modus-vivendí.
Con toda posibilidad agotada en esta ciudad, el Coyo y un servidor partiremos a California a probar suerte en tierra fértil, ,

además............... ¿Qué nos puede detener?.